FEBRERO 2024

martes, 2 de agosto de 2016

PERFIL DEL GERENTE EFICAZ


Por Gloria Cassano, Presidente y Fundadora de Gloria Cassano y Asociados, Consultora en Recursos Humanos.

Teniendo en cuenta 410 evaluaciones hechas durante 2015 a diferentes Gerentes de primer nivel cuyo objetivo era definir las competencias para evaluar las posibilidades de promoción a puestos de mayor responsabilidad, encontramos algunas que se repiten en aquellos que son exitosos.

Los test que se aplican parten, en principio, de definir el coeficiente intelectual para luego, con el resto de las pruebas, determinar su utilización práctica en el trabajo. Es de destacar que la madurez emocional condiciona el uso de la inteligencia y, es más, la orienta hacia determinadas áreas permitiéndole a la persona destacarse en algunos temas y empobrecerse en otros.

La Evaluación Psicológica no sólo se aplica en Selección de personal. También para promover o transferir a empleados que ya están trabajando en la Empresa. De ese modo se evita ponerlo en un puesto que lo haría fracasar. A veces, un profesional o gerente exitoso puede malograrse en una nueva posición por no tener las competencias para ese puesto.

Inteligencia: El 72%, tienen un coeficiente intelectual superior a 120. (Normal 90 a 110).

Este dato combinado con la madurez emocional y control de sus impulsos da este resultado:
De ese 72% el 26% falla en la aplicación productiva por problemas emocionales no resueltos y un escaso control sobre sus impulsos que generan tensiones y ansiedades que impiden su utilización eficaz.

Ninguno de los evaluados, tiene inteligencia inferior a la media (menos de 90).

El 28% con inteligencia media, posee un adecuado control emocional y un manejo de los impulsos tan adecuado que le permite aplicar en forma productiva su nivel (medio) y, entonces, es visualizado como más eficiente.

Dicho en otras palabras, la inteligencia emocional, facilita el desempeño y permite el éxito en su gestión, fundamentalmente porque facilita relaciones interpersonales positivas, la comunicación clara, la disposición para adaptarse a diferentes estilos de personas y de situaciones y el buen uso de los métodos de trabajo.

Autonomía: Son personas que no necesitan que le fijen objetivos o metas, se los propone y evalúa los resultados a mediano y largo plazo, se anticipa, compara el estado actual y lo proyecta a futuro. Toma decisiones acertadas con rapidez porque su ritmo de pensamiento es ágil lo que le permite analizar rápidamente diferentes alternativas y elegir la más adecuada. También es capaz de subsanar errores aun cuando difícilmente cometa alguno importante.
Creatividad e innovación: En general puede generar ideas nuevas pero cuando no son creativos tienen capacidad para utilizar la experiencia en situaciones nuevas, factor que colabora en la innovación y mejora de herramientas y métodos ya existente.

Empowerment: Son profesionales que delegan con confianza reconociendo las características de cada colaborador y brindando apoyo cuando lo necesitan. Tienen una comunicación abierta y espontánea con su grupo permitiendo que toda la información sea conocida al momento de trabajar en un proyecto.

Liderazgo: Sus estilos de liderazgo son democráticos y pedagógicos. Dan libertad a su personal supervisando los resultados, no los procesos y son capaces de darse tiempo para enseñar a partir de sugerencias más que de órdenes, dando lugar al aporte de ideas y escuchando para entender si el colaborador tiene una forma o método para mejorar lo conocido. El autoritarismo y la autosuficiencia aparecen, en mayor o menor medida, en el 42% de los evaluados, pero en Empresas con modernos estilos de gestión, son descartados al momento de promoverlos. Es una competencia que deberán mejorar para el logro de los resultados globales del negocio.

Una característica sobresaliente de los Profesionales que hacen carrera, es el estilo que poseen para las relaciones interpersonales: Son personas con un trato cordial, amable y atento a las características del otro. Se adaptan a la personalidad de los grupos a través de una conducta flexible y abierta al diálogo. No juzgan, comprenden más que critican. Tratan de evitar reacciones que generen disgusto y cuando algo no les satisface buscan el momento y la forma de expresarlo. Son humildes y solidarios. Cuando deben resolver una situación de conflicto, ponen distancia y actúan objetivamente atendiendo la filosofía de la Empresa donde trabajan.

Cuando deben fijar límites de comportamiento, lo hacen de manera convincente demostrando un liderazgo natural sin necesidad de imponer su punto de vista.

Si hablamos de resultados finales, estas características, ideales, sólo la logran un 22% de los evaluados. El resto requiere capacitación, seguimiento y asesoramiento permanente para corregir debilidades. Se destaca que, de este 22% el 68% son profesionales menores de 35 años. Se debe a la cultura que, desde hace 10 años, se trasmite en la Universidad y en las Empresas que se han “aggiornado” en modelos que respetan el talento tanto como a los números del negocio entendiendo que la rentabilidad está estrechamente asociada con el personal que trabaja.


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