FEBRERO 2024

sábado, 30 de noviembre de 2013

LA PARADOJA DEL LIDERAZGO

Por Guillermo Ceballos Serra

Siempre es bueno desafiar paradigmas que damos por ciertos e invariables, simplemente porque el mundo cambia y los nuevos paradigmas ayudan a resolver viejos problemas que no encuentran solución  dentro de los paradigmas anteriores. Obviamente el cambio tiene costo, en primer lugar desaprender y a continuación comenzar a experimentar con los nuevos hasta lograr la habilidad de pensar y resolver situaciones nuevas de manera continua.

Hoy desde recursos humanos, nos planteamos por ejemplo, la utilidad o inutilidad de gastar o invertir (según el punto de mira) nuestro tiempo en la confección de descripciones de puesto, lo más llamativo es que hay buenas razones en ambos sentidos. Sin duda las respuestas divergentes surgen de que las organizaciones están en diferentes etapas de maduración y lo que para unos constituye un avance para otros es pasado.

Sin duda muchas organizaciones invierten tiempo y recursos en difundir y concretar la visión de sus compañías en hechos tangibles; al mismo tiempo me planteaba que desde hace mas de  20 años, (desde que vi los videos de Joel Barker por primera vez) que me ocupo de estos temas y si no sería esta una de las vacas sagradas de nuestra función que no nos atrevemos a cuestionar, porque se encuentran íntimamente arraigadas en nosotros como convicciones cuasi religiosas.

Fue así que mientras estaba con estos temas en la cabeza, una compatriota perteneciente a la organización Greenpeace, fue detenida en Rusia por responder al llamado “Salven al Ártico”, ¿Un llamado? Fue una visión de un paraje impoluto y remoto que podría contaminarse? Lo cierto es que una veinteañera arriesgó su vida y al momento de escribir esto, arriesga su libertad, por una visión. Quiso ser parte de un sueño, quiso ser constructora de la visión que la nutría.

Hace tiempo que sostengo que “nadie dio la vida por el sistema métrico decimal”, que aunque perfecto, quizás la única cosa humana que reviste ese carácter, no tiene el poder de encender el fuego de la motivación. Impacta solo en el intelecto pero no el corazón.

Podríamos decir que la ejecución de una visión no debe violar la ley, no debería, por ejemplo, aceptarse de modo alguno el terrorismo ecológico, no conozco el caso arriba mencionado en detalle como para sostener que las acciones llevadas a cabo son legales o ilegales. Pero si fueran ilegales, no sería esa ni la primera visión viciada por la ilegalidad ni el primer caso de liderazgo reprochable al enviar una treintena de voluntarios a dicha tarea.

Ocurre que cuando más lo pienso, asocio ineludiblemente al tema de la visión el de los valores en el ejercicio del liderazgo y la formulación de la visión.
¿Qué valores sostiene el líder? ¿Qué visión nos propone? ¿Es capaz de impactar en nuestros corazones y también pasar el tamiz de la razón? ¿Formula una visión sostenida en una correcta jerarquía de valores? Porque de lo contrario estamos frente a la paradoja del liderazgo, generalmente elogiado, valorado y buscado,  que por carencia de valores adecuados se torna en negativo y perjudicial para las personas y las organizaciones.

Por lo que después realizar un ejercicio de “auto-cuestionamiento paradigmático” potenciado por un conflicto ecológico internacional, concluyo y reafirmo mi convicción  de que la formulación de la visión y el tema de los valores son esenciales para las organizaciones, que es esencial dar un significado  de trascendencia a la tarea diaria, que es aun más vital, la sensación de significancia que damos a nuestro equipos y la convicción que transmiten los líderes del orgullo de pertenecer a una organización con una misión y visión positiva para el mundo.

Por eso admiro la frase con que con que Steve Jobs propuso a John Sculley que renunciara a Pepsi y fuera a trabajar con él a Apple y que debiéramos encontrar todos los lideres organizaciones: "¿Quieres vender agua azucarada el resto de tu vida o quieres venir conmigo y cambiar el mundo?"


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